De mañana otra vez, nada que hacer
quizás comprar un piano o hacer dulce.
Por lo menos limpiar el cuarto, eso seguro, como mi padre he sacudido
las cenizas y colillas del piso al lado de la cama.
Pero primero de todo limpiar mis anteojos y tomar agua
para lavar la boca maloliente.
Un golpe en la puerta, entra una gata, detrás el elefante bebé
del zoológico pide panqueques frescos / No soporto
más estas alucinaciones.
Hora de otro cigarrillo y después dejar que suban las cortinas, después
advertir que la suciedad forma un camino hasta el tacho de basura.
Sin heladera por eso una pasa de uva seca.
¿Hay alguna cosa santa que pueda hacerle a mi cuarto, pintarlo de rosa
quizás o instalar un ascensor de la cama al suelo,
quizás tomar un baño en la cama?
¿Para qué sirve vivir si no puedo hacer un paraíso en el propio
terreno de mi cuarto?
Porque esta gota de tiempo sobre mis ojos
como la duración de la estrella roja en un cigarrillo
me hace sentir que la vida corta más rápido que una tijera.
Sé que si pudiera afeitarme los bichos alrededor de mi cara
desaparecerían para siempre.
Los agujeros en mis zapatos son sólo temporarios, lo entiendo.
Mi alfombra está sucia, pero ¿la de quién no lo está?
Llega un tiempo en la vida en que todos tienen que mear en
la pileta -aquí déjenme pintar la ventana de negro por un minuto.
Tirar un plato y librarlo de travesuras \o quizás sólo
inocentemente accidentalmente dejarlo caer mientras paseo alrededor de la
mesa.
Ante el espejo me veo como un fantasma del desierto del sahara,
o en la cama me parezco a una momia boqueando en busca de aire,
o en la mesa me siento como Napoleón.
Pero ahora para la principal tarea del día \lavar mi ropa interior\
maltratados dos meses \¿qué dirán las hormigas de eso?\
Cómo puedo lavar mi ropa \porque sería, sería, sería una mujer si hiciera
eso.
No, antes preferiría lustrar mis zapatillas y en cuanto al piso
es más creativo pintarlo que limpiarlo.
Y en cuanto a los platos, puedo hacerlo porque estoy pensando en conseguir trabajo en
un restaurante.
Mi vida y mi cuarto son como dos enormes bichos siguiéndome
alrededor del planeta.
Gracias a dios tengo un ojo inocente por naturaleza.
Nací para recordar una canción de amor \en una colina una mariposa
crea una taza de la que bebo, caminando sobre un puente de
flores.
Peter Orlovsky
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-aquí déjenme pintar la ventana de negro por un minuto
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1 comentario:
sublime
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